A primera vista, definir una estrategia empresarial parece sencillo, pero la realidad es más compleja. La ceguera de taller a menudo limita a los dueños de empresas, llevándolos a concentrarse en un crecimiento de ventas superficial en lugar de generar valor a mediano plazo.
Lo que mucho no saben, es que existen varias trampas en el enfoque del crecimiento de ventas, algunas son: dependencias comerciales en pocos clientes, dependencias de un solo proveedor, dependencias en un solo producto o servicio, una estrategia de precios y comisiones riesgosa, todas enfocadas más en el estado de resultados que en la generación de flujo de efectivo y la administración eficaz del capital.
Como dueños y directores, una de nuestras responsabilidades es crear una estructura operativa que incremente el valor económico del negocio. Si eres un director general reflexionando sobre la dirección de tu empresa, aquí tienes algunos consejos.
Tu estrategia debería enfocarse en:
- Incrementar la riqueza patrimonial y la rentabilidad.
- Lograr una diferenciación y posicionamiento sólidos.
- Fortalecer los activos tangibles e intangibles.
- Fomentar ideas y proyectos que propicien un negocio más robusto.
Es hora de cambiar nuestra mentalidad. Nuestro enfoque debe centrarse en aumentar los dividendos, la base de clientes rentables, debemos buscar maneras de potenciar ingresos continuos y liberar tiempo de tareas operativas.
Te invito a formar parte de nuestra comunidad de CEOs, en donde impulsamos y ayudamos a dueños y directores generales a cambiar su forma de pensar y transformar sus negocios.